Rubén Pagliotto, un conocido abogado de Entre Ríos, sentó posición sobre el conflicto desatado por la reforma de la Constitución de la provincia de Jujuy.

En un artículo remitido a El Entre Ríos, plantea que “dista muchísimo de ser esa suerte de ‘Martillo de las brujas’” y abona su teoría con un análisis crítico de la situación.

No escapa a su ojo crítico el comportamiento del amplio arco político que se pronunció sobre el asunto, con una retrospectiva histórica que llega hasta la década de 1990.

A continuación, la opinión del doctor Pagliotto:

Creo que algunos y algunas dirigentes están bien equivocados. Leí entera la nueva Constitución Provincial de Jujuy y la verdad que dista muchísimo, pero muchísimo, de ser esa suerte de “Martillo de las brujas” (1) al que pretenden emparentarla algunos sectores de izquierda y el kirchnerismo.

A esta altura dicen cualquier cosa. Estamos realmente atravesando un lamentable y preocupante momento de entropía política y social. En el fondo, los libertarios de Milei, los paniaguados del kirchnerismo y los militantes de una izquierda infantil y poco lúcida, se parecen bastante. Hacen de las diferencias una cuestión de amigo-enemigo, de todo o nada. Intolerancia pura y dura. Poco y nada de visión estratégica. Mucho resentimiento. En general estos sectores terminan confundiendo de la misma manera, aunque con matices, slogans políticos con categorías históricas. Tampoco JxC es la panacea, menos que menos los sectores identificados con Bullrich y Macri, aunque en la UCR, justo es decirlo, abrevan dirigentes con mucho sentido común, auténticos demócratas que orbitan en la social democracia, sosteniendo una perspectiva progresista y popular.

Pero lo de Jujuy, dicho sin ambages, es muy burdo y bizarro. No resiste el menor análisis. Seguramente la republicana, pacifista y honesta Milagros Sala habría logrado una Constitución más garantizadora de derechos y moderna. Seguro que el PJ tiene un enorme respaldo moral para criticar: los mismos que hoy están blandiendo consignas revolucionarias desde el kirchnerismo, antes fueron menemistas y hablaban maravillas de Cavallo, adalides de la entrega de lo poco de riqueza social acumulada que le quedaba a este país. En fin, perplejidades propias de una Argentina decadente que ha perdido el rumbo, con una clase dirigente extraviada por arcanos andariveles de la sinrazón y sin horizonte de destino.

(1) Nombre del Manual de la Santa Inquisición.

Rubén PagliottoFuente: El Entre Ríos

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