El local de Bazar El Entrerriano, la emblemática firma de ramos generales y electrodomésticos quebrada y vaciada en 2021, se remató este lunes a través del Portal de Subastas Judiciales y Electrónicas del Poder Judicial de Entre Ríos por una millonaria suma.

Se trata del inmueble ubicado en calle Gualeguaychú 42 de la capital entrerriana, un local de 421 metros cuadrados, propiedad de Roberto Jacobo Baruh.

El inmueble salió a la venta por la base de $8.047.919,76. El monto fue aumentando en las primeras pujas por $3.000.000, luego fue subiendo de a $1.000.000,00 y, finalmente, los oferentes fueron aumentado de a $500.000 para llegar a un monto final de $181.047.920.

La comisión para el martillero fue de $8.762.719. Asimismo, el ganador debe abonar el costo por servicio de subastas electrónicas que es de $3.286.020, por lo que el subtotal a pagar (no incluye costo medio de pago) fue de $193.096.659, confirmaron fuentes del sector inmobiliario.

El ganador tuvo que efectivizar en el mismo momento el pago de la seña correspondiente al 10% del precio, más la comisión del martillero (4%), y el costo por el uso del sistema (1,5% más IVA). También deberá pagar las contribuciones, impuestos y tasas fiscales desde el día de la toma de posesión. Y tendrá que abonar el saldo del precio de compra dentro de los cinco días hábiles de aprobarse el remate.

El precio obtenido en la subasta será para el acreedor (Banco Macro), con autorización judicial previa.

Destino de quiebra

El Entrerriano, con un siglo de vigencia en Paraná y varias décadas de pujanza en la provincia, en la que abrió sucursales en distintas ciudades, inició una debacle sin freno en 2019 que terminó con el cierre paulatino de todas sus sucursales en Concordia, La Paz, Viale, Crespo, Chajarí, Gualeguaychú y en Paraná dos locales en avenida Almafuerte, dos en calle Gualeguaychú, un depósito en calle Italia, y hasta un inmueble en la ciudad de Santa Fe.

La tradicional sucursal central de Gualeguaychú cerró sus puertas en diciembre de 2020.

El cierre de la empresa dejó a más de 160 empleados y sus familias en un estado de completa desprotección, sin el cobro de indemnizaciones correspondientes por ley. Ni siquiera hubo telegramas de despido.

Apenas un puñado acordó un pago de indemnización debajo de lo que le hubiera correspondido legalmente y otros lograron una condena a favor de un juez de Chajarí para cobrar parte de sus indemnizaciones con mercadería embargada a la empresa.

Según Daniel Ruberto, secretario General del Sindicato de Comercio de Paraná, cerca de 160 exempleados no vieron todavía un peso de indemnizaciones ni resarcimiento alguno.

Fuente: El Once

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